Parejas de abuelos, familias completas, gente retirada de los quehaceres cotidianos, buscan con desesperación alcanzar el momento en que escuchen las centenares de quejas que día tras día establecen en la municipalidad. ¿Su malestar? La creciente ola de edificación que se ha dado en el barrio, esto desde que el actual alcalde Pedro Sabat asumiera como tal. Aseguran los vecinos.
Los vecinos (Ver entrevista*)
Los residentes de Ñuñoa, emblemática comuna del viejo Santiago, caen de rodillas suplicando que cese la cada vez más intensa intimidación que les producen los diversos edificios y proyectos inmobiliarios que con facilidad superan los diez pisos.
La situación ha ido evolucionando y la dureza de los reclamos también, así al menos lo señala Carmen Quintana de 56 años, quien lleva toda su vida en su casa ubicada en Doctor Johow “antes el barrio era distinto, mucho más calmado, ahora hay mucha más gente, antes uno conocía a casi todos”. Como el comentario de Carmen, suelen ser los de la mayoría de los residentes del sector. En una breve encuesta realizada a 30 personas un día martes común y corriente, sin ninguna actividad en el barrio. Se les preguntó a las personas que estaban en la Plaza Ñuñoa, si estaban de acuerdo o no con la edificación en los alrededores. Un 90% de los encuestados (equivalentes a 27 personas) dijo situarse en contra. A su vez un 10 %, entre los que se encontraba Roberto Sánchez, dijo considerar esto como parte del progreso del país.
Soluciones concretas
Si bien los vecinos dicen sentirse más tranquilos con esta medida, insisten en que el emplazamiento de estas construcciones les seguirá trayendo múltiples desventajas e incomodidades al desarrollo de la comuna, la que en su historia siempre ha sido avalada por su buena calidad de vida.
Los argumentos de los vecinos para echar abajo todos estos proyectos sobran: La altísima densidad poblacional que están ostentando como comuna, la destrucción del patrimonio arquitectónico que los caracteriza, el espacio que se les esta restando de áreas verdes, la disminución de la llegada de luz solar a las casas circundantes, etc.
Es cierto que los vecinos, pocas veces son escuchados, pero el caso de Ñuñoa, parece ser distinto aunque aún esta por verse si se cumplirá esta nueva normativa. A favor de los vecinos está el que Ñuñoa haya ganado el premio a la comuna con mejor calidad de vida de todo Santiago en 2006. Sin duda un gran reconocimiento y elogio para este barrio. Que al parecer no esta dispuesto a perder su corona tan rápidamente.
Entrevista Vecinos*